…lo de siempre por qué no tendrán los días 30 horas…
No he querido esperar al cuarenta de Mayo, que sea lo que Dios quiera. Mi salón cambia de color gracias a las fundas de mis sofás de Ikea. Tener dos significa como estar en otra casa por temporadas jajaja, qué ilusa!
Mis ocupaciones se multiplican, me llega trabajo que no soy capaz de sacar adelante (pero lo conseguiré) y me encantaría hacer mil cosas más.
Mientras oigo de refilón Cuentame, intento contaros que;
– Tengo casi rematados tres vestidos más
El de falete es el mío y a falta de quitar los hilvanes, planchar y ponerles dos macro-lazos a los lados, el de mis muñecas. Pensé que teníamos que hacernos notar este verano en la playa y así será. Además de las voces iremos las tres iguales de amarillo pollo, jajajaja y a mi se me ve hasta de negro así que imaginaros. Lo de ir iguales me parece gracioso pero la realidad es que me sobraba tela y decidí llevar a Pili y Mili a juego.
– Las clases avanzan que no es poco;
Juegan a encestar la pelota en cubos enormes. Trabajan el equilibrio y a dirigir con una sola mano.
Pepa era digna de ver. Estaba mueeerta de sueño (normal, no duerme lo que tiene que dormir) y estaba en el caballo como yo ahora mismo si pienso mientras miro el vuelo de una mosca…con la boca abierta por supuesto jajajaja. Los pocos reflejos le jugaron una mala pasada. Cuando terminó fuímos a llenar los esportones de agua para que bebieran los caballos y en una de esas decidió darle paja al caballo y se llevó un mordisquito de na jajajja, la próxima vez veréis como extiende la mano!
– De mis artes en la cocina mejor no hablar
No os pongo la foto otra vez, ya la tenéis en facebook. Tengo que decir a mi favor que efectivamente no es problema mío (que también) es que mi horno es de dudosa reputación.
– También nos da tiempo de festejar
Está claro quien es la abstemia jajajaja. Todas con nuestro vaso con el rotulador permanente y nuestros nombres de guerra, qué bien me lo pasé.
Y ellas ni os cuento. Festejábamos el bautizo de la última que llegó a la pandi.
Estos días bebemos fanta a espuertas y tenemos que aguantar eso de; «yo ya soy mayorrrr»
– Para seguir con esta «enfermedad» que es genética, fuimos a ver a Inclusero
Mi hermano y el responsable de apadrinar las clases de las mocosas ( es lo que hay jajaja)
No sabéis lo que impone, pero son unas inconscientes, como su madre.
– Y aquí no termina todo! También he pintado el techo de mi cuarto de baño, he cambiado colchas, tengo la plancha al día y ahora mismo voy a sacar del congelador un atún para un arrocito mañana! Soy mujer pa un pobre, os queda claro verdad?
Mañana empieza un showroom al que si nada me lo impide no pienso perderme, en calle Ayala 1 de Don Benito
Y además, entre otras muchas cosas que me muero por hacer
Reconozco que he ido una vez, hace muchos años, pero me encantó. Bonito pueblo, buena feria y mil sitios donde ir a comer estupendos.
Agotador todo verdad? Pues yo sigo…empiezan a moverse los dientes de mi primogénita y ya se me ha ocurrido tener puerta para que entre el ratoncito Pérez como en El Hormiguero, lo habéis visto? jajajaja. Pinchad aquí, creí que me moría de la risa imaginándolo.
Si sigo viva os contaré mis avances.
Un beso apretao…