…desde el salón de mi casa, con las persianas bajadas y el gotero puesto…buenos días o…buenas tardes?…
Atrás quedaron las ganas de tres o cuatro días de juerga, ahora soy mucho más agradecida, con uno tengo suficiente.
Me duelen hasta la pestañas, y por si alguno se lo pregunta no tengo resaca, soy abstemia, pero no tengo voz, quiero que me corten los pies y necesito 72 horas para volver a ser Paula y no Paulo.
Ayer me lo pasé como los indios. Cuando no sales nunca, el día que lo haces es siempre como la primera vez. Estaba nerviosa. En media hora había sacado todo el armario y había hecho mil equipos para ver cual era el ganador, después de probármelo absolutamente todo y dar con el que se llevaba la palma…recordé que no manda lo que me guste, sino el calzado propio para que no te corte el rollo un dolor de pies en el que te presione hasta la sien, así que ooootra vez me cambio.
Por fin salimos, llegas al ferial, las luces, la música, el polvo del aparcamiento…parece mentira pero estás allí. Entras en la caseta y oyes un; qué haces tú aquí? Jajajjajaja, eso digo yo, no sólo soy yo la que se sorprende. Cuando sales del mercado nocheril que te vean un día es toda una novedad…yo por si acaso saludaba diciendo eh, que estoy aquí jajajja.
Se me habían olvidado los empujones para llegar a la barra, los endemoniados tickets, las colas de un baño que parece que regalan algo y luego una vez dentro por supuesto no hay papel, no va la cisterna, no cierra la puerta y el pomo no aguanta el bolso (de ahí que las mujeres vayan siempre acompañadas…menos yo que me gusta el riesgo jajaja), las risas a una conversación que no sabes de qué va porque no oyes ni papa, el aguante de algún que otro pasado de copas, las nuevas parejas en plan eufórico cantando las canciones que les acompañarán durante años en forma de recuerdos y los roneos de unos y de otros para acabar triunfando una vez al año en la feria.
Diréis, jolín, se da cuenta de todo! Es lo que tiene ser observadora y abstemia( somos una especie en extinción) ves como van cayendo como moscas a medida que el reloj corre.
Y las horas pasan, casi al compás de los años, cuando te das cuenta que ya no estas para trotes y que los calambres de los jod…tacones (siento ser tan fina) están recordándote lo bien que estarías en la cama con los pies por alto. Te dan ganas de haber salido en alpargatas pero antes muerta que sencilla y los cristales de los vasos abandonados a su suerte se clavan en la suela haciéndote más duro el calvario. Miras la hora, las tres…puf, como me voy a ir para casa! Si sólo pasa esto una vez al año! A aguantar como una jabata! Pero con disimulo empiezas a arrinconarte para poder apoyar tu espalda a la pared como si pudieras recargar pilas. De pronto entre tanta música perrera una que te gusta por lo que pegas un salto y haces otra vez que todo el mundo piense que eres la más animada de la fiesta aunque ya no sepas como hacer un puente presionando los dedos para que la planta del pie no roce el suelo, por supuesto con los pies trabados, ya no eres capaz de permanecer erguida jajajaja. Eh…no estamos en feria? Estoy de música perrera hasta el moño y ya he oído la cancioncita del hijo de la Preysler tres veces…no hay repertorio o qué!
De pronto ves que las niñas guapísimas ( porque en Badajoz creo que se llevan la palma, son espectaculares) salen y entran del baño con una frescura que ya la quisieras para ti en esos momentos.Salen impolutas, perfectamente pintadas con su gloss brillante y su nada descuajaringada cara fruto de haber estado descansadas durante todo el día para darlo todo y piensas en que tú llevas desde las 7 de la mañana en pie, has logrado poner tu casa en orden, hacer comida, recoger a una en la guarde y a otra en el cole con sus respectivas notas, has comido recogido la cocina y has vuelto con ellas perfectamente acicaladas a la graduación del mico de la casa, con una celebración digna de un ingeniero de telecomunicaciones. Cuando las endosas a las 9 de la noche lo que quieres es meterte en la cama pero no! Tienes que ir a la feria porque es tu día y aunque sea entregando el pellejo tienes que estar! Quizá van estupendas pero nosotras llevábamos colonia fresca, desodorante ( tiene su explicación jajaja) y seguramente muchas más ganas que ellas. Dejamos el pabellón muy alto.
Aceptas la derrota y decides retirarte pero vas con una sonrisa de oreja a oreja de lo que has disfrutado y cuando oyes el click de la vuelta de la llave entrando en tu casa te quitas los zapatos y dices; llegué! Gracias a Dios! jajajajja.
Las fotos no tienen desperdicio pero me veo taaan horrible taaaan mayor que os castigaré sin ellas. Pero os diré que por momentos dije…los de 18 no se van a casa sin un selfie, pues va por vosotros! Gracias por una noche genial
Aquí parte de la secta que taaaan fácil hace mi vida lejos de mis amigos de siempre. GRACIAS por hacer que me sienta taaan bien. Os adoro. ( Patri y Marichel os echamos de menos)
Un beso apretao…