…con aires renovados…

…estamos de vuelta, con color, ilusión, ganas de seguir con vosotros y muy agradecidos por vuestros mails, mensajes y por echarnos de menos.

No os voy a contar las penas pos-vacacionales aunque hoy es para hacerlo. Lavadoras, plancha, compra…vuelta a la rutina después de 10 días de una intensa vida playera…unido a los 40 grados de mi tierra. hemos pasado de pies descalzos a suela (y gorda) pues el asfalto abrasa, y de rebequita y sábana por las noches a apurar el tiempo de aire para que el runruneo de la máquina no moleste a los vecinos, qué horror.

Las vacaciones han pasado por varias fases;

1. En la hora que me he venido, si yo estoy mejor en mi casa!

2.Qué pena que esto no dure para siempre.

3.Madre mía ya mismo nos vamos y no hay más hasta el año que viene…

Y es que la ilusión es mucha. La maleta como ya os conté un día llena de»por si», la mía esta vez iba hasta con cosas que no me he puesto en la vida pero que toda mi idea era lucirlo en la playa ( ni que decir tiene que sólo han viajado). Que si el sombrero , la sandalia tal, el collar, las gafas… Y la de las niñas ni os cuento, ropa para no repetir para que luego estén tan reventadas que recién acicaladas y puestas de exposición empiecen; estoy cansadaaaaa, me quiero dormir….GRRRRRR

Luego está el momento vamos a la playa, 4 toallas, los cubos, rastrillos, las palas, la pelota, los manguitos,la camara, las cremas, la silla, la sombrilla, el agua, los pañales, las toallitas, las niñas por dios que nos olvidamos de las niñas!

Llegas a la playa, sudando la gota gorda, no te has puesto el sombrero, ni el collar, ni llevas el pareo a juego con el bañador, se te han olvidado las gafas, no te sientas en la silla porque no paras de correr tras las niñas, la sombrilla está de adorno, has sacado todos los achiperres para hacer castillos pero tus hijas ni los miran porque quieren el cubo de peppa pig de los niños de al lado, los manguitos no son necesarios porque con tanta ola la enana no quiere ni acercarse a la orilla, eso sí…cada vez que ve el carro del que lleva agua, aquarius y gusanitos lo persigue como si le fuera la vida en ello…

Intentas no perder la compostura, yo sigo siendo ballenata y a pesar de no estar para lucirme , ser madre es lo que tiene, ir de un lado para otro e intentar sobre todo que las niñas disfruten dejando a un lado el pudor y la vergüenza con la mayor dignidad posible. Pretendes no llamar la atención más de la cuenta pero teniendo dos pimpoyas como las mías es difícil. Hago propósito de enmienda a diario para no dar gritos, no llamarlas a voces pero…purrum! Más ordinaria que la que vocea bragas a un ebro en el mercadillo.

Luego ves a tu alrededor las familias taaaan monas, con tres o cuatro con los bañadores a juego, relajados, sin voces, sin carros hasta arriba de cosas absurdas, sin sudar, con sus sombreros, sus gafas de espejo, sus pareos ideales…agggg.

Decidme que no soy la única a la que le pasan estas cosas por favoooooooo

Os iré contando más!

Un beso apretao…